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jueves, 31 de marzo de 2022

Valoración Personal e Histórica sobre la Obra de Tolkien

 

 
 
 

Antes de comenzar, me gustaría dejar claro algo. A parte de la polémica con la nueva serie de “Los anillos de Poder” y todo lo que está por venir. Lo que aquí voy a hacer es una valoración, en todo momento personal. La hago sobre todo, basándome en haber leído el Hobbit, el Señor de los Anillos, visto la película y curiosear sobre la vida de Tolkien.



Lo que voy a comentar, no es algo que tenga que compartir todo el mundo o puede que desde su contexto lo vea diferente. Todo es respetable y debatible. Pero algo que no debemos olvidar es que Tolkien, como todos nosotros, es esclavo de su tiempo y de su contexto histórico. No podemos criticar todo de él basándonos en los valores que tenemos hoy día. Porque del mismo modo que cuando pasen 50 años, nuestros hijos o nietos nos vean y oigan, pensarán que nuestros valores son anticuados o desfasados y será algo que nos separe de ellos en cierta medida al no ser capaces de ver el mundo como nosotros lo hemos visto, porque obviamente le faltan las vivencias que hemos tenido.


Eso lo digo porque últimamente se tilda a Tolkien de que era racista. Seguramente teniendo una valoración personal en que los buenos tanto elfos como humanos y enanos son blancos y guapos. Teniendo una escala desde los enanos que serían los menos agraciados, luego los humanos y finalmente los elfos que serían la máxima expresión de belleza. 
 



Por el contrario, se dice que los malos son de tez oscura y feos. Muchos dicen que representan a negros y asiáticos y que por ello sería un autor racista. Pero según mi valoración, se deja pasar por alto algo muy importante. Y eso es el contexto. Tolkien no quería que se usase el término nórdico para su mundo, ni permitió que los alemanes hablaran de que en su obra hubo un ideal ario con los elfos altos, guapos, rubios y de ojos azules. En cambio, él a lo largo de toda su obra, lo que busca es recalcar que cuando las diferentes razas de un mundo se ponen de acuerdo y combaten un mal mayor como es la corrupción y la oscuridad, es en ese momento, cuando se pueden conseguir mayores éxitos juntos antes que por separado.



Tolkien, obviamente escribía de lo que conocía y de lo que su mundo le había legado. Y vivía en un mundo en el que se relacionaba la belleza con la bondad, honestidad y los mayores valores positivos. En cambio, la oscuridad y la fealdad se asociaba con la corrupción y la maldad. 



No hay mayor tema de discusión ahí que no sea que es lo que él vivió y sobre lo que podía escribir. Por ello, si el canon de belleza en su tiempo, eran los hombres y mujeres altos, rubios y de ojos azules. Bien afeitados, atléticos y demás. Es más que obvio que iba a reflejar a estos personajes como sus héroes. En cambio, la maldad vendría de esos personajes que, por lo general, son horrendos y se han dejado corromper. Y si la oscuridad, los tonos apagados y la suciedad era en su momento la representación de todo lo negativo, no es de extrañar que sus villanos reúnan esas características.



Dicho esto, podemos comenzar con el tema central del vídeo.


La obra de Tolkien, es quizás, la única consecuencia positiva que pudo sacarse del gran conflicto armado que fue la Primera Guerra Mundial. Es, a mi parecer, una forma de tratar el estrés postraumático por parte de una persona que no podía controlar el mundo que le rodeaba y que se vió envuelto, al igual que sus tres amigos, en una guerra que no deseaba por unos motivos que no le incumbían.


En parte, puede tratarse a la obra literaria como a todo lo que ha venido después. Como ese deseo de Tolkien de poner orden en un mundo que él podía controlar, no como en el mundo real, en el cual, las consecuencias son permanentes e inmutables.


Tolkien, al igual que sus amigos, son los Hobbits. Jóvenes inocentes que se ven arrastrados fuera del mundo que conocen, el mundo que les ha visto crecer, hacia la mayor de las catástrofes. Cuatro amigos en la vida real y cuatro Hobbits en la literaria. Por desgracia, la realidad sería más dura que la ficción. Puesto que de los cuatro amigos, solo sobrevivieron dos a la guerra. Mientras que, en el Señor de los Anillos, por suerte, no hay que lamentar la muerte de ninguno de los Hobbits. Esa es a mi parecer, la intención de Tolkien, de poner orden en su mundo, cuando no pudo hacerlo en el real.


Los Hobbits quieren representar la perseverancia, la nobleza y la valentía frente a la ambición y corrupción de los hombres. Siendo estos, los valores que hacer sobrevivir hacia el final de su historia.


Frodo por su lado, es quien soporta la más pesada carga de los cuatro. Acaba mostrando que nadie es perfecto. Que a pesar de poseer todos esos valores que hemos mencionado, las circunstancias y la adversidad pueden quebrarte y llevarte a la oscuridad. De la cual, se puede salir. A veces, solo, a veces, con la ayuda de quienes más te quieren.


Los Nazgul, representarían en ese mismo lugar a los hombres que se han dejado corromper por la ambición y el poder. Sombras de lo que un día fueron, como las naciones y líderes que pudo ver enzarzarse en una larga guerra que solo sirvió para matar a millones a lo largo de Kilómetros de la tierra de nadie.


Samsagaz es la representación del coraje y la valentía. La persona que tiende siempre la mano para ayudar, no solo para los momentos en los que prestar la ayuda es fácil. Sino para aquellos momentos en los que emprender el camino puede significar no tener un retorno. El dar sin pedir nada a cambio. Simplemente porque debe hacerlo. Bebe en parte de ese ideal romántico del honor caballeresco y patriotismo que llevaba a los hombres de principios del siglo XX a ir a la guerra en el extranjero a morir por la justicia y la libertad.


Pero lo modifica en cierta medida. No porque esté dispuesto a morir ayudando a un país a ganar una guerra por unos ideales adulterado. Está dispuesto a morir por la amistad que profesa a Frodo y por el ingenua y puro ideal de conseguir que en su mundo reine la luz y se hunda la oscuridad.


Samsagaz Gamyi es el joven soldado. Que ha pasado semanas en las trincheras, viendo lo peor del mundo y del ser humano y que sin embargo, sigue viendo esa pizca de bondad que queda en el mundo.


Mordor, es en todo momento el campo de batalla. Las bombas cayendo sobre Verdún y el Somme. La tierra quemada, el alambre de espino y la tierra de nadie. Donde sufren y mueren los alemanes, los ingleses y los franceses.


Los orcos, los Nazgul y los trolls, son la máxima expresión de la corruptibilidad, la miseria y el último escalón al dejarlo todo por el poder. Son todos los problemas que aquejan el mundo y contra los que la humanidad unida debe de luchar para salir adelante. Porque si Mordor gana, el mundo de los hombres caerá y la oscuridad reina.


Si nos fijamos bien, Tolkien en general, no busca enfrentar humanos contra humanos. Sino a la sociedad humana contra las maldades de la propia sociedad.


Aragorn, es el rey que representa esos valores. Al igual que los Hobbits tiene la nobleza en la sangre. Pero puede considerarse un anciano al lado de los jóvenes. No toma el anillo porque lo corrompería. Pues al tomar ese poder, elegiría el camino fácil, pero en el mismo se perdería su propia humanidad. En cambio, retorna al trono que debe yendo por el camino más largo, porque con el mismo conservará su humildad. El saber que si está ahí no es por obra divina sino porque ha luchado y sangrado al igual que sus compañeros, se ha puesto en peligro. Todo esto se representa en su momento final de 

 
“no vosotros no tenéis que arrodillaros ante nadie”. 
 
Representa que no importa de dónde vengas, los títulos o el poder. Porque hasta el ser más pequeño, puede marcar una gran diferencia.


Gimli y Légolas o, los elfos y los enanos en general. Son, en esencia, las grandes diferencias culturales y raciales que separan a los hombres. Los conflictos inútiles por ser diferentes. Pero en cambio, la amistad que se produce entre ambos, es representada al máximo en la frase de: “Nunca imaginé que moriría peleando junto a un elfo. - ¿Tampoco peleando junto a un amigo? - Sí, eso sí desde luego”. Ambos han sido capaces de solucionar sus diferencias y ver más allá que aquello que los hace diferentes.



Gollum es el resultado del poder vacío. La obsesión por lo material y lo superfluo. La felicidad al tener algo vacío que no te aporta nada más que soledad. La sensación de autocomplacencia con la que se acaba destruyendo a sí mismo.
 


Gandalf, a mi parecer, no tendría una referencia real a no ser que represente al hombre poderoso que, a pesar de todo, no se deja corromper. La brújula moral y anímica de sus compañeros a quienes ayuda en todo momento con todas sus fuerzas. Todo lo contrario a Saruman, quien equiparable en poder y superior a Gandalf al principio, opta por no luchar contra la sombra de Mordor y pone sus servicios y bienes a disposición de Sauron.

Pero un momento en el que sí creo que Gandalf hace referencia a ese trauma que fue la guerra para Tokien es en la conversación que tiene con Frodo en Moria.



 
“¿Lástima? la lástima fue lo que frenó la mano de Bilbo. Muchos vivos merecerían la muerte y algunos que mueren merecen la vida. ¿Podrías dársela tú Frodo? No seas ligero a la hora de adjudicar muerte o juicio, ni los sabios pueden discernir esos extremos”.


Mostrando con esto que en ciertas ocasiones, el matar a un enemigo, tanto en el sentido literal como figurado. Podría ser muchas veces el camino que creemos más fácil, el que terminaría de raíz con un problema en concreto. Sin embargo, el camino fácil, en muchísimas ocasiones, implica generar un mayor número de problemas. una venganza normalmente genera un círculo vicioso de odio y las decisiones rápidas y precipitadas generan consecuencias inesperadas.




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