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domingo, 15 de octubre de 2023

Balduino IV, el Rey Leproso

 

Hoy vamos a hablar de uno de los mejores personajes que hay en una de mis películas favoritas. Como podéis observar por el título, me refiero a El Rey Balduino IV, representado en el Reino de los Cielos. Este personaje, ha creado mucho tráfico en el canal desde que subí un short, con el fragmento más famoso que tiene el rey en su conversación con Balian de Ibelin, por lo que he pensado que a lo mejor, os gustaría conocer su historia completa, fuera de las obvias licencias que se toma la película en cuanto a la historia general, pues al menos, este personaje es uno de los mejor representados en la trama.

Es además, una de las figuras más interesantes de la Edad Media, al menos a mi juicio. Pues con esa enfermedad y con discapacidades como la ceguera en los últimos años de su vida, habría sido muy fácil para los poderosos del reino apartarlo del trono por no estar en condiciones de gobernar e instaurar una regencia.

Sin embargo, este rey, no dejó de gobernar hasta el fin de sus días. Pasando por su propia enfermedad, la ambición de sus semejantes y la constante amenaza del sultán de Egipto y Siria, Saladino.

Sin más dilación…Comencemos.

Balduino IV nació en 1161 en Jerusalén. Hijo del rey Amalarico I y de Inés de Courtenay. Hereda el reino de Jerusalén de su padre, mientras que su madre, tenía los títulos de condesa de Jaffa y Ascalón. No obstante, el matrimonio no llegó a buen término y se divorciaron siendo aún Balduino muy pequeño. La separación lo llevó a vivir alejado de su madre por sus obligaciones como heredero del reino, quedando entonces en la corte de Amalarico.

Por ello, de su educación se encargó Guillermo de Tiro. Canónigo de la catedral de Acre en 1165 y en 1167 archidiácono de la Catedral de Tiro, finalmente acabó siendo tutor de de Balduino desde 1170. Al contrario que en la película, no es Godofredo de Íbelin quien se da cuenta de la dolencia del príncipe. Sino Guillermo de Tiro, al ver cómo este al ser pinchado con un palo mientras jugaba con sus amigos, no sentía dolor.


Por si no conocéis esta enfermedad, la lepra es provocada por la bacteria Mucobacterium Leprae, que provoca en la persona afectada úlceras cutáneas, daño neurológico, entumecimiento o falta de sensibilidad en manos, brazos pies y piernas,  además de  debilidad muscular.


Siendo también una enfermedad incurable en la Edad Media y muy estigmatizada. Por lo que Guillermo, decidió mantener en secreto el diagnóstico del muchacho, sabiendo que su futuro como rey y el de sus descendientes estaría en peligro si se hacía público.

Sin embargo, sus obligaciones como rey se adelantaron con la muerte de su padre en 1174 por disentería. Balduino entonces, tenía 13 años, por lo que a pesar de ser coronado rey de Jerusalén, no era mayor de edad y tuvo que pasar por dos años de regencia. Primero, una no oficial, actuando como regente Miles de Plancy, pero duró poco al ser asesinado en Acre.

Plancy, parece que no se llevaba bien con otros nobles, ni con Guillermo de Tiro ni con el otro interesado en la regencia de Jerusalén Raimundo III conde de Trípoli, quien la reclamaba por ser el pariente vivo más cercano a Balduino, es decir, primo de su padre Amalarico.

Sin embargo, en cuanto al asesinato de Plancy, hay varias versiones, se dice que había rumores de que fue asesinado por su lealtad hacia Balduino IV, pero otros afirman que su intención era tomar la corona para sí, siendo ayudado por sus familiares franceses y que por esto, sería asesinado.

Sea como fuere, Raimundo se hizo con la regencia a la muerte de Plancy, siendo apoyado  por los obispos del reino de forma unánime.

Raimundo, consciente del poder que se levantaba en el mundo musulmán, quiso tener buenas relaciones o al menos mantener la paz con el sultán Saladino, de quien todos sabían que su objetivo no era otro que conquistar Jerusalén y volver a implantar el islam en Tierra Santa.

Pero para 1176, Balduino alcanzó la mayoría de edad con 15 años, asumiendo el control del reino y aprendiendo de la regencia de Raimundo. No todos esperaban que un rey tan joven y leproso tuviera mucha habilidad como monarca, pero los nobles del reino quedaron sorprendidos al encontrarse con un muchacho que tenía mayor energía y valentía de la esperada, además de buena habilidad política.

Una de las cosas que quiso solucionar, fue devolverle a su madre el poder que se le había apartado. También, decidió nombrar al hermano de la misma, su tío, Joscelino III senecal de Jerusalén, aprovechando la experiencia que había tenido como Mariscal del reino desde 1156-1159.

En su necesidad de fortalecerse militarmente, se alió con Reinaldo de Châtillon, quien tras ser liberado de su cautiverio en Alepo, obtuvo el gobierno del Kerak y Transjordania. Esta alianza, permitía a Balduino defender el sur del reino, pero también le trajo al joven rey más problemas que soluciones en muchísimas ocasiones, puesto que Reinaldo era aficionado a atacar a musulmanes que se desplazaban en caravanas y a romper las treguas que se pactaron con Saladino.

Como es normal, debido a su dolencia, Balduino sabía que no podría tener hijos naturales. Por lo que tanto para él, como para la corte de Jerusalén, era muy importante con quién casaría a su hermana Sibila, pues ella heredaría el trono. En un primer momento, durante la regencia de Raimundo, se había acordado el matrimonio con Guillermo de Montferrat. Un noble italiano, primo del emperador Barbarroja. En 1176 por matrimonio con Sibila, se hizo conde de Jaffa y Ascalón. Pero murió en 1177 afectado por la malaria. Sibila, se convertía en una viuda embarazada de Guillermo con el futuro de Jerusalén en su vientre. Quien sería Balduino V, rey que duró muy poco tiempo, al morir en 1186, un año después que su tío. Las causas de su muerte, son desconocidas, aunque hay rumores de que pudo ser envenenado.
 
El matrimonio de Sibila quedó sin resolver al no encontrar Balduino un pretendiente que le convenciera, además de que los que podían ser aceptables para él, no lo eran para la nobleza.

En el mismo año de la muerte del marido de Sibila, Saladino aprovechaba cualquier momento de inestabilidad para atacar al reino cristiano. Pues con la muerte de Guillermo de Monferrato, el gobierno de un rey leproso y una sucesión en el aire, era difícil no aprovechar la oportunidad de atacar.
 


Por ello, el noviembre de 1177, Saladino se decide a invadir los estados francos de Siria. Guillermo de Tiro asegura que el ejército del sultán era de 27 mil hombres. Mientras que el de Balduino, era apenas de 350 caballeros, 80 templarios y menos de 4000 infantes.

El exiguo ejército cristiano estaba bajo el mando del rey, asistido también por el maestre templario Eudes de Saint Amand, Reinaldo de Chatillon, Joscelino III de Courtenay, los hermanos Íbelin, Reinaldo de Sidón y  Aubert, más el Obispo de Belén, quien portaba la Vera Cruz.

Saladino, suponía que atacaba un país sin defensores y fue  ocupar los campos. Balduino a toda prisa reunía a sus caballeros y se refugió en Ascalón.

Sin embargo, en las cercanías de lo que hoy es Ramla,  se produce la batalla de Montgisard. Los sarracenos no esperaban que su ejército, que superaba por mucho a los cristianos, fuese atacado por sorpresa en la retaguardia. Esto provocó mucha confusión entre las filas de Saladino, quien además vio de cerca la muerte, salvado solo por sus mamelucos, los cuales, parece ser que murieron casi todos para protegerlo.

Guillermo de Tiro, dice que Balduino a pesar de estar con lepra, fue capaz de luchar e inspirar a sus hombres. Aunque pueda parecer propaganda, no podemos asegurar ni una cosa ni la otra. Lo que sí se puede decir, es que esta victoria, le granjeó el apoyo y respeto necesario más la admiración que todo rey necesita de sus súbditos.

El ejército de Saladino, a pesar de la superioridad numérica, se huye hacia egipto, sufriendo muchas bajas. Pues según las crónicas, Las bajas de los cristianos eran de 1100 muertos, con 750 heridos  mientras que la de los sarracenos era de 15 mil bajas.

Con esta victoria, Balduino no solo gana notoriedad y respeto entre los suyos, el propio Saladino lo reconoció como el único monarca cristiano que podía hacerle frente.

En 1179 Balduino debe enfrentarse a los ataques turcos en el norte del reino. Estos, habían tomado la fortaleza de Harim. Su primo Felipe de Flandes, le prestó su ayuda tras llegar como cruzado al reino. Sin embargo, se encontró con que Felipe deseaba quedar por encima de un rey leproso. Algo que la corte de Jerusalén no aceptó y provocó el enfado de Felipe, quien marchó al principado de Antioquía, con el cual se alió.

Esto no impidió que Balduino y Felipe lucharan juntos contra Saladino. Quien estableció su ejército en Banias y asaltó y saqueó cultivos cerca de Sidón. Balduino entonces, llevó a su ejército a Tiberíades en el Mar de Galilea. Desde allí, marchó hacia la fortaleza de Safed, hasta llegar al sureste de Tiro. En esta ocasión, Balduino contaba con la ayuda de templarios bajo el mando de Eude de Saint-Amand  y fuerzas de trípoli bajo Raimundo III y tropas francas.

La batalla se libra en Marjayoun cerca del río Litani, donde hoy está Líbano. Antes de la misma, Saladino, se había ofrecido a pagar cien mil dinares a cambio de detener las incursiones y que los cristianos desmantelaran la fortaleza en el Vado de Jacob que servía como defensa de una amplia zona. Pero los cristianos rechazan estas condiciones y se abren las hostilidades.

Los cruzados se encontraban en el lado este de la cordillera costera. Cuando ven las tiendas de Saladino, descienden y atacan de inmediato. Los caballeros descendían más rápido que la infantería y hasta que vuelven a reunirse pasan horas, pero lograron derrotar a las fuerzas de asalto sarracenas, que regresaban de sus incursiones.

Los francos bajan la guardia creyendo que ya habían ganado la batalla, pero el ejército principal de Saladino aparece y los derrota provocándoles muchas bajas. Eudes de Saint Amand fue capturado, mientras que Balduino ahora es el que ve cercana la muerte como Salaino en la batalla de Montgisard. Pues el rey leproso, no podían montar a caballo y tuvo que ser asistido por un caballero a través de sarracenos que luchaban contra sus guardaespaldas.

Guillermo de Tiro culpa de la derrota a los templarios, que parece que atacaron por su cuenta al ejército principal de los sarracenos sin advertir al rey. Además de que los francos, se lanzaron al ataque sin meditar las posibles consecuencias, lo que provoca que en el futuro sean más cautelosos y defensivos en sus batallas. Saladino por su lado aprovechó para destruir la fortaleza del Vado de Jacob.

Esta derrota provocó también que Balduino fuera consciente de que ya no podría comandar ejércitos a caballo. Por lo que en 1180, busca fortalecerse con alianzas importantes. Para ello, nombró a Guillermo de Tiro Canciller del reino y le encargó buscar la alianza con el Imperio Bizantino. Entonces, negoció con el emperador Manuel I Comneno, abuelo materno de su madrastra María Comneno.

El emperador se comprometió a enviar dinero y tropas a Jerusalén si se casaba a María con uno de sus sobrinos. Ante esto, Balduino permite que María se case con Bailán de Ibelin, que acababa de enviudar. Lo cual, lo convierte en protector de María e Isabel, siendo esta última  medio hermana de Balduino.

Sin embargo, la lepra, era implacable con Balduino. Llegados al año 1182, con 21 años, estaba ciego debido a un gran deterioro.

Y aunque no renunció a su cargo, era consciente de la situación y declaró heredero a su sobrino Balduino V, mientras que establecía que el regente, sería nuevamente Raimundo III. Pero a pesar de la ceguera, siguió actuando como rey y como líder del ejército. De hecho, se fue hasta el Kerak en auxilio de Reinaldo que estaba siendo asediado por Saladino.

Esta fue su última gran victoria frente a los sarracenos, pues el fin ya estaba cerca.

Sin embargo, las intrigas palaciegas siempre estaban al día en la Edad Media. Y Jerusalén no iba a ser diferente.

En 1183, su hermana Sibila, provoca una crisis política al enamorarse supuestamente de Guido de Lusignan. Aunque parece ser también que el acercamiento a Gui, tenía más que ver con la madre de Sibila y Balduino Inés de Courtney, pues esta, temía que los nobles y Raimundo la casasen con otro pretendiente de su agrado y usasen a su hija por el simple hecho de ser la que tenía el futuro de Jerusalén en sus manos.

Gui de Lusignan, era un noble francés, con gran ambición y quien sin duda, ser rey de Jerusalen le parecía una opción más que apetecible.

El regente Raiumundo, los nobles y el propio Balduino que no eran para nada ingenuos, se olían el peligro. Pero esto no les sirvió de nada, puesto que Sibila se casó secretamente con el francés bajo la bendición de su madre Inés y de Joscelino, quien seguía siendo el senescal de Jerusalén.

Por el acto de desobediencia, Balduino jugó su papel como monarca. Primero retira a Joscelino el cargo de Senescal y Sibila es desheredada del trono, mientras que su hermana Isabel es declarada la siguiente en la línea de sucesión en caso de que le sucediera algo a su sobrino

Los problemas en la corte en los últimos años de vida de Balduino, fueron constantes. De hecho, tiene que elegir un nuevo regente en 1184 debido a que mantiene desacuerdos con Raimundo, quien como consecuencia renunció al cargo.

La asamblea de nobles, que  antes estaba en contra de Gui de Lusignan, ahora lo elige como  regente, por ser el marido de Sibila. Balduino, debió de aceptar contra su propia voluntad, pero el tiempo acabó dándole la razón.

Gui de Lusignan era un regente inútil que no servía ni para defender el reino, ni para mantener a los nobles unidos.

Balduino, murió sabiendo que el reino por el que tanto había luchado para proteger y mantener, estaba condenado por la amenaza de Saladino, además de por la incompetencia de quienes dejaba atrás. Un rey que había gobernado durante 11 años contra todas las adversidades físicas por su enfermedad y políticas por su posición rodeado de enemigos.

En el año 1185, Balduino abandonó este mundo con 24 años tras quedar totalmente demacrado por la lepra. 



Su sobrino de nueve años fue coronado rey, pero murió al año siguiente en 1186. Sibila entonces reclamó el trono para ella y Gui de Lusignan, provocando una disputa dinástica. Puesto que la incompetencia de Gui demostrada durante la regencia le había puesto en contra a buena parte de la nobleza y estos apoyaban la entronización de la otra hermana de Balduino IV Isabel, junto a su marido Hunfredo IV de Torón.

La división de los cristianos, motivó a Saladino para atacar en el 1187. Gui de Lusignan fue derrotado en la batalla de los cuernos de Hattin, el 4 de julio de 1187 en Palestina, al oeste del mar de Galilea, en un desfiladero.

Las fuerzas cristianas eran en torno a los 20.000 efectivos, mientras que los musulmanes contaban con entre 30 mil y 50 mil hombres. Las tropas cristianas cometieron muchos errores por culpa del nuevo rey Gui de Lusignan, quien había provocado que sus caballos murieran de sed y sus hombres no tuvieran ni una gota de agua. El desvío por los cuernos de Hattin era un intento de remediar la situación buscando un pozo de agua, pero se convirtió en una trampa mortal. El desfiladero permitía el acoso de arqueros musulmanes, además de permitirles a los mismos prender fuego a hierbas secas y asfixiar a algunas tropas cristianas.
Saladino apenas tenía que atacar a sus enemigos, pues podía realizar pequeños ataques de acoso que debilitaran a las tropas cristianas y mantuviera seguras a las suyas.

El ejército cristiano se terminó dividiendo y Raimundo de Trípoli sin ser capaz de alcanzar al resto, se dirige a Tiro con sus fuerzas.

En ese momento, Saladino realiza su ataque final sobre el campamento cristiano y llega a la tienda del rey de Jerusalén. Se dice que en este asalto, consiguió la Vera Cruz. Hizo prisionero a Gui de Lusignan y a Reinaldo de Chatillon. Debido al odio que le tenía a este último, le cortó la cabeza él mismo tras años de atacar caravanas musulmanas, en una de las cuales se encontraba la hermana de Saladino. Y además de romper las treguas realizadas entre cristianos y musulmanes.

Tras esta victoria, Saladino se dirigió a una Jerusalén prácticamente desprotegida, la cual asedió hasta su victoria final.

El mundo Cristiano se conmocionó ante la pérdida, comenzando la tercera cruzada de 1189 hasta 1192. El rey inglés Ricardo Corazón de León logró captura Acre y Jaffa pero no Jerusalén.

La paz negociada entre él y Saladino recogía que los peregrinos cristianos podrían visitar los monumentos cristianos que se encontraban bajo el control de los musulmanes.

Hasta aquí  sería el vídeo prometido sobre Balduino IV, que aunque nos hemos extendido un poco más allá de su muerte, era difícil  no aprovechar y contar el desenlace de su reino.

Espero que os haya gustado y nos vemos muy pronto.




Bibliografía:

Balduino IV de Jerusalén - Wikipedia, la enciclopedia libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Balduino_IV_de_Jerusal%C3%A9n.

Biografía de Balduino IV de Jerusalén - Red Historia. https://redhistoria.com/biografia-de-balduino-iv-de-jerusalen/.

Biografia de Balduino [Reyes de Jerusalén] - Biografias y Vidas .com. https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/balduino_jerusalen.htm.

 Balduino IV de Jerusalén - EcuRed. https://www.ecured.cu/Balduino_IV_de_Jerusal%C3%A9n.

Balduino IV de Jerusalén - Wikiwand. https://www.wikiwand.com/es/Balduino_IV_de_Jerusal%C3%A9n.


Info de la lepra: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001347.htm

Balduino IV bio: https://www.muyinteresante.es/historia/60131.html)


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