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miércoles, 21 de febrero de 2018

El Batallón de la Muerte de Mujeres Rusas (La historia de María Bochkariova)

Es bastante desconocido que durante la Primera Guerra Mundial lucharon en sus filas no solamente hombres, sino también mujeres que dieron su vida en el campo de batalla como cualquier varón. Todo empieza cuando María Bochkariova, o "Yashka" como la llamaban sus amigos, pidió permiso al Zar para unirse al ejército. Esta mujer,  natural de Novgorod, Rusia,  nació en 1889 y durante su vida pasó por dos matrimonios con la mala fortuna de que recibió maltrato físico en ambos. Seguramente el trato recibido por los hombres de su vida la llevó a huir de todo aquello para en 1914 convertirse en soldado. Como decía hace un momento, Yashka, pidió permiso al zar para unirse al batallón de reserva 25º del ejército imperial.  Pero una vez dentro, volvió a sufrir el machismo imperante de la época recibiendo insultos, siendo ridiculizada e incluso acosada sexualmente por los demás hombres del batallón. 
María Bochkariova
Sin embargo, María llegó a demostrar que tenía madera como soldado. Abatió a un alemán cuerpo a cuerpo con su bayoneta y durante el servicio recibió tres condecoraciones, por valentía y heridas de guerra. No obstante, a la altura de 1917 (mismo año en el que produjo la abdicación del Zar Nicolás II), Yashka no perdió su espíritu de lucha y pidió a Aleksander Kérenski la creación del Batallón de la Muerte de Mujeres Rusas. Pero ambos tenían una visión diferente de lo que sería ese batallón. Por su parte, Kérenski quería una fuerza propagandística, pero Yashka buscaba un batallón completamente operativo. Para ello, no tuvo miramientos a la hora de poner unas durísimas pruebas de acceso de las que solo, 200 de las 2000 mujeres que se presentaron consiguieron pasar. 
Batallón de la Muerte de Mujeres Rusas en 1917
Este primer batallón sirvió en el frente occidental siendo tan eficaces como podían serlo los hombres rusos del ejército imperial, sin embargo, Yashka fue herida en una explosión y su unidad sufrió muchas bajas. La participación de las mujeres en el ejército ruso no terminó ahí. La iniciativa de Yashka fue el primer paso que motivó la creación de más batallones de mujeres. Incluso puede seguirse la pista de estos batallones en octubre de 1917 estalló la Revolución Bolchevique, y aunque Yashka se encontraba en el frente occidental, un batallón de mujeres como el suyo defendió el Palacio de Invierno, el conocido como Batallón de Mujeres de Petrogrado.  Pero la Revolución, como todos sabemos, fue imparable y el decadente Imperio Zarino cayó en parte por el último empujón que dio la crisis vivida durante la Gran Guerra. 
Asalto al Palacio de Invierno
Tras el triunfo de los Bolcheviques,  Yashka fue detenida por la relación que había tenido con el gobierno del Zar. Por fortuna para ella, un soldado que sirvió en el batallón de reserva a su lado durante el año 1915, la reconoció y convenció a los bolcheviques para que le perdonaran la vida y le dieran la oportunidad del exilio.

Este podría haber sido el final de la historia de Maria Bochkariova, pero era una mujer con fuertes ideales patrióticos, conservadores y, sobre todo, anticomunista. Por lo que, durante su exilio, buscó la ayuda de distintas potencias para reinstaurar el anterior gobierno en Rusia. Primero viajó a EEUU donde se reunió con el presidente Wilson para que interviniera en la guerra civil que se estaba formando en esos momentos en Rusia entre el Ejército Rojo y el Ejército Blanco. Tras conseguir bien poco, viajó a Inglaterra para entrevistarse con Jorge V. En esta ocasión consiguió fondos del ministro de guerra británico destinados a restituir el gobierno de los zares, pues como todos sabemos, los ideales de las Potencias Europeas estaba muy lejos de casar con un gobierno comunista tan grande como iba a serlo la futura URSS. 
Oficiales del Primer Batallón de la Muerte de Mujeres
Una vez de vuelta a Rusia, intentó formar destacamento en dos ocasiones. Una en Agosto de 1918 que fracasó y otro en abril de 1919 en Tomsk. En esta ocasión creó un destacamento médico de mujeres bajo las órdenes del Ejército Blanco al mando de Aleksander Kolchak. No obstante, antes de que viera cumplida su tarea, volvió a ser capturada por el Ejército Rojo y declarada como enemigo del pueblo. En esta ocasión, sin posibilidad de exilio, la Cheka mandó su fusilamiento para el 16 de mayo de 1920.




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